El recorrido saldrá de la zona conocida como «las bolas» y se dirigirá a la Plaza de la Alameda, Plaza del Santo, Plaza del Ayuntamiento y zona de las murallas de la Avenida de Burgos.
En los puntos clave el pregonero real leerá un manifiesto del Rey convocando a todos los habitantes de la ciudad para que vayan a las murallas, con el fin de comprobar el mal estado de las mismas y pedir responsabilidades a quien corresponda.
El Rey irá montado a caballo e irá acompañado de un pequeño séquito formado por soldados, cortesanos y cortesanas, con estandartes y escudos, precedidos por un grupo de gaiteros vestidos a la antigua usanza, que irán atrayendo con su música al pueblo llano para que se disponga a escuchar a su Rey.
Una vez en las murallas el Rey pedirá explicaciones a sus súbditos de la situación en que se encuentra la obra en la que él puso tanto empeño y habrá un pequeño diálogo entre él y alguno de ellos.
Todo terminará con una severa advertencia del Rey para que en un breve plazo se pongan manos a la obra y se repare la situación actual.