Los documentos incluyen un privilegio real de Enrique IV y dos cartas de confirmación de privilegios, así como una prueba de hidalguía confirmada por el Condestable de Castilla y, tres de ellos, están relacionados con Bañares y Ojacastro
El consejero de Cultura, Turismo, Deporte y Juventud, José Luis Pérez Pastor, el director general de Cultura, Roberto Iturriaga, la directora académica del Instituto de Estudios Riojanos (IER), Pepa Castillo, y el bibliotecario del IER, José Ignacio Peso, han presentado hoy, 2 de septiembre, cuatro valiosos documentos de interés histórico para La Rioja adquiridos por el IER en los últimos meses.
El Gobierno de La Rioja, a través del IER, prosigue con su labor de búsqueda, recuperación y conservación del patrimonio bibliográfico riojano, en este caso, ampliando el catálogo de más de 50.000 registros catalogados con los que cuenta la biblioteca del Instituto de Estudios Riojanos. En concreto, esta última adquisición incluye cuatro documentos con los que “el IER incrementa su importante fondo antiguo y los pone a disposición de los investigadores que los precisen”, ha destacado Pérez Pastor. En esta ocasión, lo hace con “unos manuscritos de pergamino muy importantes no solo por su contenido y estilo, sino por la propia conformación física de los mismos, tres ellos acompañados con sus respectivos sellos de plomo ricamente ornamentados”, ha añadido.
Los documentos incluyen un privilegio real de Enrique IV y dos cartas de confirmación de privilegios de Felipe II, así como una prueba de hidalguía confirmada por el Condestable de Castilla, tres de ellos, relacionados con Bañares y uno con Ojacastro
Así, tres de los cuatro documentos, adquiridos por el IER a la Librería Astarloa, se centran en la localidad de Bañares. En el primero, el Rey Enrique IV confirma cuatro privilegios reales previos otorgados por monarcas anteriores sobre el tránsito y aprovechamiento de montes de Yuso, confirmando que “al menos, desde principios del siglo XIII, se tiene constancia de que los vecinos de Bañares se proveían de madera en los montes de Yuso, ya que es una época en la que todavía no existen restricciones al tránsito”.
El segundo documento es lo que se conoce como una carta confirmación de privilegio, en este caso, del Rey Felipe II sobre “franquezas, exenciones, pechos y tercias a la villa de Bañares desde la época Enrique II”. Este manuscrito está arropado a su vez de otro privilegio de confirmación del Rey Felipe IV sobre el de Felipe II, “siendo importante la parte del documento en la que nos menciona aspectos relativos al Concejo como el repartimiento de la sal y la bodega”, ha explicado Peso.
A la colección del IER se suma también otro documento relevante para Bañares como es la carta de confirmación de privilegio del Rey Felipe II sobre otros privilegios anteriores dados, desde la época de Juan II, al Concejo de Bañares sobre exención de portazgo y otras mercedes (peaje, barcaje, no se pueda prendar a alguien, ni emplazar a otras partes, disfrute de los montes de día y de noche, cortar madera o pagar la fonsadera para no acudir a milicias) y franquezas. Un manuscrito acompañado por otro de Felipe III confirmando a su vez el de Felipe II.
Por último, el IER ha adquirido un manuscrito en pergamino que recoge una prueba de hidalguía a favor de D. Diego de Nájera, confirmada por el Condestable de Castilla, Iñigo Fernández de Velasco y Mendoza (IV conde Haro y III condestable de Castilla, II duque de Frías), para él, su mujer e hijos. Este documento también tiene la confirmación del concejo y hombres buenos de Ojacastro.
Cada documento es una pequeña pieza de un puzzle que ayuda a comprender la dinámica política, administrativa y la vida cotidiana de nuestras localidades, “a través de unos escritos que describen sus peculiaridades y los beneficios que presentaban estos municipios para atraer más habitantes”, ha subrayado Pérez Pastor.
Como ha relatado Peso, “todos los documentos han sido sometidos, además, a un proceso de restauración que ha seguido los criterios adecuados para respetar los valores materiales históricos de la carta, con una mínima intervención, para conservar su integridad conceptual y material”. Para ello, se han aplicado los tratamientos necesarios para frenar las degradaciones y recobrar las características tipológicas del documento. Además, “se le ha proporcionado un sistema de almacenaje consistente en una caja de conservación hecha a la medida del ejemplar que impide y reduce los peligros de un nuevo deterioro y facilita el manejo de cada valioso documento”.
Importante labor de recuperación del patrimonio bibliográfico de La Rioja
El Gobierno de La Rioja se apoya en el IER para recuperar, restaurar y velar por el importante fondo bibliográfico de la historia de La Rioja. Para ello, cuenta con una biblioteca patrimonial singular, ya que se considera una biblioteca de investigación especializada en temática riojana cuyos fondos se ofrecen como apoyo a las actividades de estudio, docencia e investigación y, a su vez, custodia estos objetos documentales para trasmitirlos a las generaciones futuras.
Como ha apuntado Iturriaga, la naturaleza de los materiales marca la ruta en las funciones de la biblioteca en lo referido a preservación de los fondos, difusión, formación, investigación, incorporación a sus colecciones.
En cuanto a los tipos de materiales, en la biblioteca del IER se pueden encontrar fondo antiguo, folletos, material sonoro, audiovisual, gráfico y cartográfico, publicaciones periódicas o microfilms. En los fondos se pueden encontrar: monografías, manuscritos, incunables, archivos personales, revistas, grabados, fotografías, mapas, carteles, partituras, grabaciones sonoras, etc.
Actualmente en el catálogo hay cerca de 50.000 obras de las que más de 15.000 son de fondo antiguo. Así, en la biblioteca del IER se puede encontrar desde un fragmento de Biblia del Monasterio San Martín de Albelda, a documentos firmados por los Reyes Católicos, obras impresas por Brocar, cartas de Espartero o el «book» de fotografías de la compañía de teatro de Gregorio Martínez Sierra, entre otros. Un fondo que, como ha destacado Iturriaga, “incorpora cada año en unos 500 y 800 documentos relacionados con La Rioja”