
La lluvia a obligado ha guarecer los pasos del Santo Entierro en el porche de San Francisco
Tras una tarde lluviosa, el sol se volvía a abrir paso entre las nubes y la aparición del arco iris hacía presagiar que la procesión del Santo Entierro podría celebrarse con normalidad.
Pero nada más lejos de la realidad; minutos antes de las nueve de la noche, la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía de la Santa Vera Cruz, abría el cortejo fúnebre, que salía de la Catedral calceatense en dirección a la calle Mayor, siguiendo el Camino de Santiago. Cuando los primeros pasos llegaban a la Avenida de Burgos, de repente comenzó a arreciar de nuevo la lluvia, lo que hizo que el público se resguardase bajo las cornisas de los edificios, y los miembros de la Cofradía se vieran obligados a acelerar el paso.
En unos instantes se tomó la determinación de que la mejor decisión, dada la intensidad de la lluvia, era resguardar los pasos en el porche del convento de San Francisco, un porche que comparten la Iglesia y el Parador Fray Bernardo de Fresneda.

Una vez que los pasos se habían puesto a cubierto, junto a todos los cofrades, autoridades, Banda de Cornetas y Tambores y Banda Municipal de Música, el párroco de la Catedral, Francisco José Suarez, cogía el micrófono para comunicar que la procesión del Santo Entierro quedaba suspendida, y deseando a todos los asistentes una feliz noche.
La intención de la Cofradía de la Vera Cruz era esperar a que cesase la lluvia, para trasladar los pasos sin riesgo de mojarse, al lugar donde se guardan, un pabellón en la parte trasera de la casa de la Cofradía del Santo.
Curiosamente, el pasado año, la lluvia también fue protagonista en la Semana Santa calceatense; en aquella ocasión, la lluvia impidió que se pudiera celebrar la procesión de Jueves Santo, aunque el resto de procesiones si que se celebraron con normalidad.